Heidelberg Schloss (Alemania)

Heidelberg Schloss (Alemania)
Uno de los monumentos más famosos de Europa, las ruinas románticas del Heidelberg Schloss (Alemania), han atraído a los visitantes desde el siglo XIX. Su historia, su arquitectura y un emplazamiento único en la parte alta de la ciudad han convertido el imponente castillo en uno de los monumentos conmemorativos más famosos del mundo. Sobre el terreno de una fortaleza medieval, se alzan aún hoy, muy por encima de las estrechas callejuelas y del pintoresco laberinto de tejados del casco antiguo de la ciudad, las majestuosas ruinas del castillo, únicas e increíblemente hermosas. Durante cinco siglos residieron en él los príncipes electores del Palatinado pertenecientes a la casa Wittelsbach. El edificio más antiguo todavía visible es el ala Ruprecht, con su magnífica chimenea renacentista. El edificio mejor conservado es el ala Friedrich, cuya fachada con estatuas de los electores es una galería de retratos ancestral.
El castillo se encuentra sobre la ladera septentrional del Königstuhl y domina la vista de la ciudad vieja. Se llega por una estación intermedia del funicular Heidelberger Bergbahn que parte desde el Kornmarkt. En su interior alberga el Museo Alemán de Farmacia y el curioso Barril Grande (Grosses Fass). Cada año hay espectáculos populares, como los Schlossfestspiele, los Festivales de Teatro del Castillo.
Torturm (Heidelberg Schloss)
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(Schlosshof, 1) [Web oficial]: El castillo de Heidelberg (Alemania) es en realidad un vasto complejo residencial que fue construido y ampliado varias veces entre los siglos XIII y XVII. Este castillo gótico bien fortificado, hoy casi totalmente en ruinas, fue la sede de la rama palatina de los Wittelsbach. Construido como una fortaleza con torres, casamatas y fosos en torno a 1300, este castillo ubicado en lo alto por encima de la ciudad se convirtió durante más de cuatrocientos años en un símbolo del poder feudal de los electores Palatinado de la época. En 1537, un rayo destruyó el castillo superior. Después de su remodelación el castillo se convirtió en una de las residencias renacentistas más bellas de Alemania. Un esplendor que perdería tras la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) y la guerra de 1689 contra Francia, durante las cuales fue destruido casi por completo. A mediados del siglo XVIII (1764) sufrió otro gran incendio, lo que le llevó al definitivo estado de ruina cuando todavía estaba en proceso de reconstrucción. Sin embargo, todo lo que queda se impone por su grandiosidad y belleza. Se puede subir desde el Kornmarkt con el funicular o por la larga escalinata.
Hortus Palatinus (Heidelberg Schloss)
Pasado el ingreso, se recorre a la izquierda el Stückgarten, antiguo terraplén para la artillería, cerrado por las altas murallas que se alargan a la izquierda en un bastión redondo, Rondell, desde el que hay un mirador sobre la ciudad. Al fondo se alza el Dicker Turm, torreón de 30 m de diámetro, medio mocho y demolido, que fue construido en 1533. Hacia el este se extiende el vastísimo Hortus Palatinus, jardín a la italiana del sureste del palacio diseñado en terrazas en tiempos del elector Federico V, entre 1616 y 1619, por el arquitecto e ingeniero francés Salomon de Caus (1576-1626). El suministro de agua de manantial en la ladera del Königstuhl abastecía las numerosas fuentes y elementos acuáticos que animaban el jardín. A través de la cuadrada Torturm ('Torre de la Portada'), de 1530 aproximadamente, se accede al patio interior, magnífico escenario renacentista.
Friedrichsbau (Heidelberg Schloss)
Haciendo el recorrido por la izquierda se encuentra primero el Ruprechsbau, construido hacia 1400 por un constructor de Frankfurt y cuya estructura es la más antigua que se conserva del castillo. Con su fachada desestructurada y su entrada gótica, es uno de los últimos restos del castillo medieval tardío. Este edificio sencillo, que alguna vez tuvo una sola planta, fue construido bajo el reinado del rey Ruprecht I, que gobernó entre 1400 y 1410. En la fachada se puede ver su escudo de armas con un águila imperial, un león palatino y diamantes de Wittelsbach. Se refiere a su reclamo de dignidad real alemana en el Sacro Imperio Romano Germánico. En la planta baja se encuentran la Rittersaal (Sala de los Caballeros) y la llamada Modellsaal (Sala Modelo) con restos de su antiguo mobiliario noble. Las claves de la bóveda de crucería muestran el escudo de la familia electoral. Los leones ingleses y los lirios franceses hacen referencia a la boda del hijo de Ruprecht, el posterior Luis III, con la princesa Blanka de Inglaterra (Blanka von England). Una gran parte de su rica dote de 100.000 florines se destinó a la ampliación del castillo de Heidelberg.
Große Fass (Fassbau)
Sigue la Bibliothek, de 1540 aproximadamente, después de la Fassbau, bodega construida entre 1583 y 1592, con una enorme cuba, la popular Große Fass, construida en 1751 con una capacidad de 220.000 litros y tan grande como un edificio de dos plantas. Fue construida para contener la cantidad de vino tradicionalmente entregada como tributo a los electores. La cuba más antigua, de 1664, la Kleine Fass, tiene una capacidad de 45.000 litros. El Fassbau (edificio del Barril) fue construido específicamente para el famoso Große Fass (Gran Barril) por Johann Casimir entre 1589 y 1592. Está conectado con el Königsaal (Salón del Rey), de modo que durante las celebraciones hubiera un acceso lo más directo posible al suministro de vino del barril. Lo peculiar del edificio es el estilo gótico tardío, ya que en el momento de su construcción ya se había establecido el estilo renacentista. La estatua del guardián de la barrica Perkeo, símbolo del conocedor del vino a quien Karl Philipp había confiado el cuidado de la misma, mira hacia el gran recipiente. Karl Philipp había traído a Perkeo consigo como bufón de la corte desde Innsbruck, donde había sido gobernador imperial del Tirol antes de su ascenso al trono.
Friedrichsbau (Heidelberg Schloss)
En el lado norte se extiende el Friedrichsbau, palacio renacentista mandado construir por Federico IV entre 1592 y 1610 y por tanto uno de los más modernos del castillo. El interior alberga estatuas de los Wittelsbach, entre ellos Carlos el Grande. La parte superior de las buhardillas y el tejado son una infeliz reconstrucción realizada entre 1897 y 1900. Bajo este edificio una galería lleva a Altan, una gran terraza limitada por la parte posterior del Friedrichsbau y, a la izquierda, por el Frauenzimmerbau ('Edificio de las Damas'), mandado construir por Federico V entre 1610 y 1632, y por el Englischer Bau, cuyas imponentes ruinas son los restos del edificio del siglo XVII que mandó construir el propio Federico V para su esposa Isabel Estuardo. De este magnífico jardín, que contaba con fuentes, grutas, laberintos, invernaderos y pabellones, sólo queda las murallas y las terrazas. Aún así, vale la pena explorarlo por la belleza de sus árboles y sus espléndidas vistas. A la derecha limitan la Gläserner Saalbau y el Glokerturm, torre angular de 1549. De vuelta en el patio se continúa el recorrido tras el paso del Altan. En el ángulo noreste se alza la Gläserner Saalbau ('Sala de los Espejos'), de mediados del siglo XVI, que imita los palacios italianos con galerías; a este edificio está unida la redonda torre campanario Glockenturm, del siglo XIII.
Ottheinrichsbaus (Heidelberg Schloss)
En el lado este se halla la joya del castillo, el Ottheinrichsbau, palacio mandado construir por el príncipe elector Otón Enrique, entre 1556 y 1559. Es la obra maestra del renacimiento alemán, con exuberante ornamentación de la magnífica fachada, debida al escultor flamenco Alexander Colin (1526-1612). La imagen que el gobernante tenía de sí mismo y su programa político quedaron inmortalizados aquí en piedra. Los héroes antiguos y los emperadores romanos representan el poder militar y político de Ottheinrich. Pero las virtudes cristianas que debe tener un gobernante también se representan en sentido figurado. El príncipe elector se hizo representar en el frontón del portal central. Cierra el recorrido el Soldatenbau, que conserva la Brunnenhalle ('Sala de la Fuente'), de estilo gótico flamígero; la logia incorpora columnas del románico temprano tomadas del palacio de Carlos el Grande en Ingelheim. 
Deutsche Apothekenmuseum
Actualmente, las Kaiser- und Herrensaal im Ottheinrichsbau (Salas Imperial y de los Hombres del edificio Ottheinrich) se utilizan para exposiciones. En el sótano se encuentra desde 1958 el Deutsche Apothekenmuseum (Museo Alemán de la Farmacia) [Web oficial], con valiosos muebles del siglo XVIII. Dispone de amplias colecciones, cuyas piezas expuestas abarcan todo el mundo de habla alemana, desde la antigüedad hasta el siglo XXI, como farmacias, herbolarios, una colección de medicamentos, un laboratorio e hitos en el desarrollo de fármacos. La Apotheker Turm alberga un laboratorio de alquimia. La torre Pulverturm ('Polvora'), del siglo XIV, fue erigida durante el reinado del elector Ruperto y formaba parte de las defensas del castillo.
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Heidelberg Schloss y Alte Brücke (Heidelberg - Alemania)


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